Las especies de insectos propias
de un lugar que alcanzan niveles altos de daño en cultivos locales se conocen
como plagas nativas, y aquellas que se originan en otro lugar
geográfico, como exóticas. Los enemigos naturales también pueden ser nativos
o exóticos.
Como tendencia típica, la misma
plaga aparece en localidades con climas similares y ataca a un cultivo
particular. Por esto, resulta importante fortalecer los programas de cuarentena
pues usualmente previenen la importación de plagas o la dispersión de éstas
dentro de un mismo país. Muchas veces, plagas inmigrantes no sobreviven a las
nuevas condiciones, pero en ciertas ocasiones algunas se establecen fácilmente
en pequeños números y la población se incrementa con rapidez cuando se presenta
una abundancia de alimento y ausencia de sus enemigos naturales.
Una planta exótica, que no tiene
competencia por sus parientes nativos y sin los herbívoros que la mantienen a
niveles bajos, puede incrementarse rápidamente y convertirse fácil en una
maleza. Un foco inicial de infestación se nota poco y la nueva maleza se
dispersa hacia otras áreas, convirtiéndose en un gran problema para el control
biológico. Un ejemplo importante de control de malezas exóticas lo representa
el control de Opuntia spp. (Cactaceae). Esta especie, nativa en el
Nuevo Mundo, se convirtió en un plaga seria en los pastizales del Viejo Mundo y
Australia, donde el clima y la ausencia de herbívoros favoreció su dispersión y
abundancia. Esta maleza se ha controlado en muchos países mediante la
introducción de insectos benéficos (fitófagos), como Cactoblastis cactorum (Lepidoptera: Pyralidae).
Una plaga puede dispersarse sobre
una gran área geográfica con diferentes climas. Una especie de enemigo natural
puede resultar para controlar la plaga en una parte del área y otro agente
puede ser más importante en otra área. Por ejemplo, la introducción de la
avispa parasitoide Aphytis melinus (Hymenóptera: Aphelinidae) es el
principal agente controlador de la escama roja Aonidiella aurantii (Homoptera:
Diaspididae ) en las condiciones más extremas de clima al interior de
California, mientras que A. lignanensis brinda mayor efectividad en la
región costera (Huffaker, 1971). En Israel, tres especies de Aphytis se
presentan simultáneamente. A. coheni, es más abundante en una época del
año, cuando las temperaturas son altas y la humedad relativa baja, mientras que
A. chrysomphali predomina a bajas temperaturas y bajo alta humedad
relativa, y A. melinus tolera ambas condiciones climáticas.
Aphytis melinus |
En otros casos, los enemigos naturales presentan
biotipos aunque son de la misma especie, y se adaptan a diferentes condiciones
climáticas. El biotipo francés de la avispa parasitoide Trioxys pallidus (Hymenóptera:
Braconidae) resulta efectivo en el control del áfido de los almendros Chromaphis
juglandicola (Homoptera: Aphididae ) en las áreas costeras de California,
mientras que el biotipo iraní de la misma especie es mejor en las zonas áridas
del interior (Van den Bosch y Messenger, 1973).
Trioxys pallidus |
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