Los depredadores tienen muchos
enemigos naturales, y los depredadores eficientes deben vencer las defensas de
la presa y proteger sus propios estados de vida del ataque. Los coccinélidos,
por ejemplo, tienen más de 100 insectos, ácaros y nemátodos parasíticos que los
atacan, además de varios entomopatógenos (Hodek y Honěk, 1996). Las crisopas
son depredadores generalistas nativos que demuestran algunas formas de defensa.
Protegen sus huevos al colocarlos en pedicelos largos que no son reconocidos
como alimento por los depredadores que caminan sobre la superficie de la hoja y
que dificultan que los parasitoides los ataquen (Canard y Volkovich, 2001). Las
larvas de algunas crisopas se camuflan con pedazos de presas, exuvias o
material vegetal que colocan en su dorso con apéndices parecidos a ganchos
(Canard y Volkovich, 2001). Las larvas de crisopas que se alimentan de
Homopteros atendidos por hormigas pueden cubrirse con cera de las presas, como
un camuflaje químico para escapar de la agresión potencial de las hormigas
(Szentkirályi, 2001).
Larva de crisopa camuflada |
Las defensas químicas son usadas
por muchos depredadores. Los huevos de las crisopas a menudo son cubiertos con
sustancias protectoras aceitosas, y las larvas de las crisopas pueden liberar
gotas defensivas contra sus atacantes desde el ano. Algunas especies de adultos
de crisopas liberan olores repelentes compuestos por trideceno y escatol, a
partir de glándulas protorácicas especializadas (Szentkirályi, 2001). Los
coccinélidos, cuando son descubiertos y atacados, a menudo fingen estar muertos
y pueden exudar fluidos desagradables desde las uniones de las patas (Hodek y
Honěk, 1996). La protección química (repugnancia) a menudo es advertida
conspicuamente con coloración aposemática (p.ej., patrones rojo brillante y
negro).
Los depredadores que no están
protegidos químicamente pueden protegerse a sí mismos con gotas de las plantas
cuando son atacados (Sato et al., 2005). Algunas especies mimetizan la coloración
de las especies protegidas químicamente (Hodek y Honěk, 1996). En otros casos,
los depredadores pueden depender del escape por su velocidad y agilidad (p.
ej., los cicindélidos) (Pearson y Vogler, 2001) o usando cutículas gruesas como
barrera protectora (p. ej., los carábidos) (Sabelis, 1992).
Familia Cicindelidae |
Pueden correr a una velocidad de 9 de km / h, que, en relación con su longitud del cuerpo, es de aproximadamente 22 veces la velocidad del ex velocista olímpico Michael Johnson, el equivalente a un humano corriendo a 480 millas por hora (770 km / h).
Para alimentarse, los
depredadores deben vencer las defensas de las presas. Las presas pueden usar
muchas de las mismas estrategias defensivas anotadas anteriormente:
- evitar la detección (p. ej., camuflaje),
- defensas post-detección (p. ej., defensas mecánicas y químicas, mimetismo de Müller) o por el engaño (p. ej., mimetismo de Bates).
- Las presas pueden reducir las tasas de ataque de los depredadores también en diversas formas:
- Las estrategias de defensa en grupo, tales como las agregaciones en alta densidad empleadas por algunas especies plaga en colonias, pueden diluir el riesgo de depredación o reforzar la efectividad de comunicar el peligro potencial con hormonas liberadas al aire que pueden reducir su riesgo per capita. Por ejemplo, los áfidos usan feromonas de alarma que alertan a otros áfidos del daño, lo que incita a caminar o a dejarse caer desde áreas de alto riesgo en la planta hospedera. Los áfidos que son atacados pueden exudar ceras sifunculares para impedir el movimiento del depredador o usar las patas para tumbar a los depredadores de las plantas (Dixon 2000).
- Algunas especies plaga pueden reclutar guardaespaldas (p. ej., hormigas) para su protección contra depredadores y proporcionar recompensas nutricionales como la mielecilla, a sus protectores por sus servicios.
Al estudiar la
biología de cualquier depredador, deben ser consideradas las defensas de sus
presas así como las respuestas del depredador a dichas defensas. El
conocimiento de los límites de la efectividad de las estrategias de ataque de
un depredador será útil en el entendimiento de su aplicación potencial en
programas de control biológico aplicado.
Buen resumen
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